El verano llega con días mas largos, soleados y mucho calor. También es la oportunidad para que disfrutemos de actividades al aire libre. Sin embargo, esta época del año también puede ser un reto para nuestra piel, ya que se expone a factores como el sol, el cloro de las piscinas, la arena del mar o el sudor, que pueden resecarla, irritarla e incluso dañarla a largo plazo.
Para que puedas disfrutar del verano sin preocupaciones, te proponemos algunos consejos para el cuidado su cuidado en esta época. Y ojo: estas recomendaciones aplican para todos: hombres y mujeres. Y si tienes niños, comienza estos consejos con ellos.
1. Protección solar: Tu escudo contra el sol
El sol es la principal fuente de daño para la piel, por lo que la protección solar es el paso más importante en tu rutina de verano. Los rayos ultravioleta (UV) del sol -especialmente los UVB- son los principales responsables del envejecimiento prematuro, las manchas y el cáncer de piel. Elige un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 50, que sea adecuado para tu tipo de piel y resistente al agua (si vas a entrar a la piscina o al mar) y aplícalo generosamente en todas las áreas expuestas 30 minutos antes de salir al sol. Recuerda que el cuidado de la piel en verano no solo se limita al rostro, también es importante proteger el resto de tu cuerpo, especialmente las zonas descubiertas (brazos, cuello y orejas). Recuerda que debes replicártelo cada dos horas, o más a menudo si estás sudando, nadando o has usado la toalla.
2. Hidratación: La clave para una piel fresca y humectada
Las altas temperaturas y la exposición al sol pueden deshidratar la piel, haciéndola lucir seca, opaca y áspera. Para combatir esto, es fundamental mantenerla hidratada durante todo el día. Bebe mucha agua, incluso si no sientes sed (que además te evita una deshidratación), y después de tomar el sol utiliza un humectante adecuado para tu tipo de piel. Busca hidratantes que contengan ácido hialurónico, aloe vera o glicerina.
3. Limpieza facial y corporal: Elimina la suciedad y las impurezas
Es importante limpiar tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, para eliminar el sudor, la suciedad, el exceso de grasa y los restos de protector solar. Utiliza para ello un limpiador facial suave y adecuado para tu tipo de piel.
Recuerda que no solo el rostro necesita atención durante el verano. Tu cuerpo también merece cuidados especiales para mantenerlo hidratado, protegido y bronceado de manera uniforme. Exfolia tu cuerpo una o dos veces por semana para eliminar las células muertas y mejorar la circulación. Aplica crema hidratante después de ducharte y después de tomar el sol para aliviar la piel.
4. Cuida tus labios: ¡También se resecan!
Los labios también sufren con el sol y el calor. Utiliza un bálsamo labial hidratante con adecuado factor de protección solar para protegerlos y mantenerlos humectados. Si tienes labios sensibles elige un bálsamo labial sin fragancias ni colorantes artificiales.
5. El sombrero y las gafas de sol: complementos esenciales
Además del protector solar, usar un sombrero de ala ancha y gafas de sol te ayudará a proteger tu rostro y ojos de los rayos UV. Elige un sombrero que cubra tu rostro, cuello y orejas, y unas gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UVA y UVB. Por favor, no descuides los niños en este aspecto: siempre protegidos con sombrero y estar atentos a la cantidad de tiempo que pasan al sol (ellos no lo harán…).
6. Evita las horas pico de sol
Limita tu exposición al sol durante las horas pico, entre las 12 am y las 17:00 pm, cuando los rayos UV son más fuertes. Si tienes que salir durante estas horas, toma medidas adicionales para protegerte, como usar ropa protectora y buscar la sombra.
7. Cuida tu alimentación
Una alimentación saludable y rica en frutas, verduras y antioxidantes te ayudará a mantener tu piel sana y protegida del daño solar. Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitamina C, E y betacaroteno, como cítricos, tomates, zanahorias y espinacas. ¡Y no olvides mantenerte con buena hidratación!Evita el consumo excesivo de alcohol y tabaco: estas sustancias pueden deshidratar y dañar la piel.
8. No olvides tu vestimenta
Recuerda usar ropa ligera y transpirable. Los colores claros en las prendas de vestir para la calle (outfit) reducen la cantidad de calor que recibes. Y usa aquí también un buen protector solar.
9. Después del sol: Repara e hidrata
Después de exponerte al sol, es importante reparar e hidratar tu piel. Aplica una crema hidratante para calmar la piel y reponer la humedad perdida. También puedes usar una mascarilla facial hidratante o refrescante.
10. ¡Desconecta!
Aprovecha este verano para darte vacaciones de tu dependencia al móvil, el ordenador y las redes sociales. Utiliza este tiempo para leer ese libro que tanto has querido leer y para fomentar relaciones sociales con amigos, vecinos y quienes estén a tu alrededor.
Recuerda:
● Consulta con un dermatólogo si tienes alguna condición de piel específica o dudas sobre el cuidado de tu piel.
● Realiza un autoexamen de la piel una vez al mes para detectar cualquier anomalía.
● Disfruta del verano con responsabilidad y protege tu piel para que luzca radiante y saludable durante todo el año.
¡Qué disfrutes responsable y sanamente este verano!